El otoño se acerca rápidamente. Pero mientras muchos ya están de luto por el final del verano, otros esperan temperaturas más frescas y agradables veladas en el sofá de casa. Para los operadores de videoclubs, el comienzo del otoño es desde hace tiempo como el inicio de la temporada alta. Después de todo, cuando hace mal tiempo, a la gente le gusta quedarse en casa y ver una película. El problema para los operadores de videoclubs es que ya no tienen que salir a la calle para hacerlo.
Gracias a Netflix, iTunes y compañía, los videoclubs se encuentran ahora en grave peligro de extinción, porque quien tiene acceso al videoclub más grande del mundo con sólo pulsar un botón no tiene que hurgar en los estantes polvorientos de una videoclub. Como muestra el siguiente gráfico basado en cifras del IVD , la muerte de los videoclubs en Alemania ya está muy avanzada. De los 4.300 videoclubs que había en 2006, sólo quedan 616.
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