Del superávit al déficit: el dramático cambio de rumbo de la balanza comercial de Estados Unidos
La balanza comercial de Estados Unidos: un cambio de una década y su importancia económica
La balanza comercial de Estados Unidos ha cambiado significativamente a lo largo de las décadas y se ha convertido en un indicador clave del desarrollo económico del país. Si bien Estados Unidos todavía tenía superávits comerciales a mediados del siglo XX, el panorama ha cambiado fundamentalmente desde los años setenta. Hoy en día, la balanza comercial se caracteriza por un déficit cada vez mayor, que tiene profundos efectos en la economía y la posición global de Estados Unidos. A continuación se describe detalladamente la evolución de la balanza comercial, complementándose con un análisis de sus causas y consecuencias.
Evolución histórica de la balanza comercial.
Décadas de 1950 y 1960: la era de los superávits
En las décadas de la posguerra, Estados Unidos era una superpotencia económica con un fuerte sector industrial. Las exportaciones superaron significativamente a las importaciones, lo que generó superávits comerciales. Este período se caracterizó por la demanda global de bienes estadounidenses, incluidos maquinaria, vehículos y bienes de consumo. Al mismo tiempo, la competencia de otros países, especialmente de Europa y Asia, todavía era limitada debido a la reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial.
Década de 1970: el comienzo de los déficits
En la década de 1970 la balanza comercial se volvió negativa. Esto se debió principalmente a dos factores clave:
1. Aumento de las importaciones de petróleo
Las crisis del petróleo de 1973 y 1979 provocaron un fuerte aumento de los precios de la energía. Estados Unidos, como gran consumidor de energía, tuvo que importar cantidades cada vez mayores de petróleo.
2. Pérdida de competitividad
Países como Japón y Alemania ganaron fuerza económica y pudieron ofrecer productos de alta calidad a precios más baratos. Esto llevó a que los productos estadounidenses tuvieran menos demanda en el mercado mundial.
Década de 1990: el creciente déficit
Durante el decenio de 1990, el déficit comercial siguió aumentando, alcanzando un promedio de unos 185.000 millones de dólares al año. La globalización y la reubicación de la producción hacia países con menores costos laborales contribuyeron significativamente a esto. Particularmente notable fue el creciente comercio con países asiáticos como China, que se convirtió en un importante exportador de bienes de consumo.
Década de 2000: déficit récord
La década de 2000 marcó un pico en el déficit comercial. Con un déficit anual promedio de alrededor de 675 mil millones de dólares, Estados Unidos alcanzó nuevos niveles récord. La adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001 aumentó significativamente el comercio entre los dos países, y las importaciones de China superaron con creces las exportaciones. Además, aumentaron las importaciones de productos electrónicos, vehículos y otros bienes de consumo.
Desarrollo de la última década (2013-2023)
Durante la última década, el déficit comercial ha seguido empeorando, lo que refleja varios acontecimientos económicos:
2013–2016
El déficit se mantuvo relativamente estable entre -450 mil millones y -600 mil millones de dólares por año. Durante este tiempo, la economía global se recuperó lentamente de la crisis financiera de 2008/2009.
2017–2018
Se registró un aumento significativo del déficit, que alcanzó -678 mil millones de dólares en 2018. Este aumento se debió principalmente a mayores importaciones, particularmente de bienes de consumo y materias primas.
2020
Durante la pandemia de COVID-19, hubo una reducción a corto plazo del déficit a -626 mil millones de dólares. El comercio internacional cayó debido a los bloqueos y las interrupciones en las cadenas de suministro.
2021–2023
Durante estos años, el déficit alcanzó nuevos máximos, especialmente en 2023: -1,15 billones de dólares. Las razones de esto fueron la creciente demanda de bienes de consumo importados y una menor demanda de exportaciones debido a las incertidumbres económicas globales.
Causas del creciente déficit comercial
El déficit comercial persistentemente elevado de Estados Unidos puede atribuirse a una combinación de factores estructurales y económicos:
1. Alta demanda de importaciones
Los consumidores estadounidenses suelen preferir productos importados como productos electrónicos, ropa y vehículos. Estos productos suelen ser más baratos que las alternativas nacionales comparables.
2. Dependencia de las importaciones de materias primas
A pesar de los avances en la independencia energética gracias al fracking, Estados Unidos sigue importando grandes cantidades de petróleo y otras materias primas.
3. Competitividad de los productos americanos
Los productos estadounidenses suelen ser más caros que sus homólogos internacionales, lo que limita su atractivo en el mercado global.
4. Socios comerciales como China
Una parte importante del déficit proviene del comercio con China. Por ejemplo, en 2022, el déficit bilateral fue de alrededor de 422 mil millones de dólares.
5. Dólar estadounidense fuerte
El valor del dólar estadounidense suele ser alto en comparación con otras monedas, lo que abarata las importaciones y encarece las exportaciones.
Consecuencias del déficit comercial
El creciente déficit tiene implicaciones de largo alcance para la economía de Estados Unidos:
Creciente deuda externa
Para financiar el déficit, Estados Unidos debe pedir prestado capital del extranjero, lo que conduce a un aumento de la deuda.
Pérdida de empleos
La reubicación de instalaciones de producción en el extranjero ha provocado pérdidas de empleo en muchos sectores, particularmente en la manufactura.
Dependencia de las importaciones
La alta dependencia de las importaciones hace que Estados Unidos sea vulnerable a los problemas de la cadena de suministro global y las tensiones geopolíticas.
Medidas para reducir el déficit
Para reducir el déficit comercial se podrían seguir varias estrategias:
1. Promoción de las exportaciones
Las inversiones en investigación y desarrollo y tecnologías innovadoras podrían ayudar a aumentar la competitividad de los productos estadounidenses.
2. Acuerdos comerciales
Las barreras a las exportaciones podrían reducirse mediante acuerdos bilaterales o multilaterales.
3. Fortalecimiento de la producción nacional
Los incentivos o subsidios fiscales podrían alentar a las empresas a establecer o reubicar instalaciones de fabricación en Estados Unidos.
4. Promoción de las energías renovables
Una mayor independencia de las importaciones de energía podría reducir el déficit a largo plazo.
El déficit comercial sigue siendo un factor económico clave para EE.UU.
La evolución de la balanza comercial de Estados Unidos refleja cambios profundos en la economía global. Si bien se caracterizó por superávits en las décadas de posguerra, los altos déficits han dominado el panorama desde los años setenta. Estos son una expresión de desafíos estructurales como la fuerte dependencia de las importaciones y la limitada competitividad internacional de los productos estadounidenses.
El déficit comercial sigue siendo un factor económico clave para Estados Unidos con consecuencias de largo alcance para el empleo, la deuda y las dependencias geopolíticas. En el largo plazo, será crucial implementar medidas para promover las exportaciones y fortalecer la producción nacional para lograr un equilibrio más sostenible en el comercio internacional.
En su política comercial, durante su mandato y en sus campañas electorales, Donald Trump siempre ha perseguido el objetivo de reducir el déficit comercial crónico de Estados Unidos. Este déficit surge porque Estados Unidos ha estado importando más bienes de los que ha exportado durante décadas. En 2019, el déficit comercial de Estados Unidos solo con China fue de 345 mil millones de dólares, lo que convirtió a China en el principal objetivo de las acciones de Trump. Países como Alemania y la UE también han sido blanco de ataques debido a sus superávits comerciales.
Razones y medidas para que Trump se centre en la balanza comercial
1. Estrategia “Estados Unidos primero”
Trump considera el comercio internacional como un juego de suma cero en el que un país sólo puede ganar a expensas de otro. En esta lógica, ve los déficits comerciales de larga data de Estados Unidos como un signo de debilidad y de prácticas comerciales desleales en los países socios. Su estrategia “Estados Unidos primero” tiene como objetivo devolver empleos e instalaciones de producción a los EE. UU. y fortalecer la industria nacional.
2. El proteccionismo como medio para fortalecer la economía estadounidense
Trump recurre a medidas proteccionistas, como aranceles punitivos, para dificultar la competencia extranjera y favorecer a las empresas estadounidenses. Los aranceles elevados sobre las importaciones, especialmente de China (hasta un 60%) y Europa (10-20%) tienen como objetivo promover la producción nacional y reducir la dependencia de los productos extranjeros.
3. Críticas a los acuerdos comerciales multilaterales
Trump prefiere negociaciones bilaterales en las que cree que Estados Unidos puede conseguir mejores condiciones debido a su fortaleza económica. Considera que los acuerdos multilaterales como el TLCAN o la OMC son desventajosos para Estados Unidos y los ha cuestionado o renegociado repetidamente.
4. Retórica política y lealtad de los votantes
La reducción del déficit comercial también se utiliza como herramienta política para movilizar a la base de Trump. La perspectiva de empleos industriales y un retorno a condiciones económicas como las de las décadas de 1950 y 1980 es una parte central de su campaña “Make America Great Again”.
¿Por qué los aranceles son una amenaza?
Es probable que Trump vuelva a imponer o aumente los aranceles, ya que los considera un medio eficaz para lograr los siguientes objetivos.
Reducción del déficit comercial
Los aranceles de importación más altos tienen como objetivo encarecer los productos extranjeros, lo que debería reducir las importaciones y al mismo tiempo hacer que los productos nacionales sean más competitivos.
Aumentar el poder de negociación
Los aranceles punitivos también sirven como medio de presión en las negociaciones con socios comerciales como China o la UE para forzar concesiones y crear condiciones comerciales supuestamente “justas”.
Política industrial
Los aranceles sobre el acero, el aluminio o los productos tecnológicos tienen como objetivo proteger industrias estratégicas que Trump considera esenciales para la seguridad nacional.
Críticas y riesgos
Sin embargo, los expertos económicos advierten de importantes consecuencias negativas:
Inflación y mayores precios al consumidor
Los aranceles encarecen los bienes importados, lo que a su vez impulsa la inflación. Esto supone una presión especial para los hogares de bajos ingresos.
Daño económico causado por represalias
Socios comerciales como la UE o China podrían responder con sus propios aranceles, lo que afectaría el comercio global y ralentizaría el crecimiento económico.
Efectividad limitada en la reducción del déficit
Las causas del déficit comercial estadounidense son más profundas: por ejemplo, en el elevado comportamiento de consumo de los estadounidenses y en el atractivo del mercado de capitales estadounidense para los inversores extranjeros. Los aranceles por sí solos no pueden resolver estos factores estructurales.
Sin embargo, es probable que Trump siga dependiendo de los aranceles para avanzar en su agenda proteccionista. Sin embargo, la estrategia es controvertida porque, aunque podría traer éxito político a corto plazo, es probable que perjudique económicamente tanto a Estados Unidos como a sus socios comerciales a largo plazo.
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