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Una ola de incertidumbre: las quiebras de startups en Alemania en 2024 y los retos para 2025

Publicado el: 8 de enero de 2025 / Actualización desde: 8 de enero de 2025 - Autor: Konrad Wolfenstein

Una ola de incertidumbre: las quiebras de startups en Alemania en 2024 y los retos para 2025

Una ola de incertidumbre: las quiebras de startups en Alemania en 2024 y los retos para 2025 - Imagen: Xpert.Digital

Freno a la innovación: las dramáticas consecuencias de las quiebras en el sector de las startups

El año 2024 marca un punto de inflexión en el panorama económico alemán, especialmente para las empresas jóvenes e innovadoras. Ha surgido un preocupante aumento de las quiebras, que afecta especialmente al sector de las startups. El número de empresas jóvenes que tuvieron que declararse en quiebra este año alcanzó un alarmante nuevo récord de 336 casos. Este valor supera considerablemente el ya preocupante valor del año anterior en un 17 por ciento e incluso un 85 por ciento más que el nivel de 2022. Esta evolución no es sólo una cantidad estadística abstracta, sino que se manifiesta en casos concretos que atraen la atención del público. Nombres como el ambicioso proveedor de estaciones de carga Numbat y el desarrollador de taxis aéreos Volocopter, orientado al futuro, son ejemplos del fracaso de modelos de negocio prometedores en las condiciones económicas actuales. Su destino ilustra la fragilidad que enfrentan incluso las empresas innovadoras y con visión de futuro cuando los vientos económicos en contra son demasiado fuertes.

Sin embargo, la actual ola de quiebras no es un acontecimiento singular que pueda considerarse de forma aislada. Más bien, es un síntoma de problemas más profundos y el resultado de una compleja interacción de diversos factores económicos que se han vuelto más pronunciados en los últimos meses y años.

Las complejas causas de la ola de quiebras

Las razones de esta preocupante evolución son complejas y están interrelacionadas. No se trata de una causa única, sino de un conjunto de factores que se refuerzan mutuamente y hacen que la situación económica sea cada vez más difícil para muchas empresas.

Un factor central son las tasas de interés persistentemente altas. El Banco Central Europeo (BCE) ha aumentado gradualmente los tipos de interés clave en la lucha contra la inflación. Sin embargo, esta medida, que pretende frenar las subidas de precios, tiene consecuencias claras para las empresas. Las tasas de interés más altas encarecen significativamente los préstamos. Esto no sólo se aplica a las inversiones en nuevos proyectos y ampliaciones, sino también a la refinanciación de préstamos existentes. Las empresas jóvenes y las nuevas empresas en particular, que a menudo dependen de capital externo, se ven bajo presión. Los mayores costos de financiamiento reducen sus márgenes y les dificultan operar de manera rentable. Para las empresas establecidas, las tasas de interés más altas significan que las inversiones planificadas pueden tener que posponerse o incluso cancelarse, lo que a su vez afecta el potencial de crecimiento de toda la economía.

A esto se suma la debilidad económica generalizada. El crecimiento económico mundial se ha desacelerado y Alemania, como nación fuertemente orientada a las exportaciones, también está sintiendo los efectos. La caída de la demanda exterior, las incertidumbres geopolíticas y los conflictos comerciales pesan sobre la economía alemana. Estos factores macroeconómicos crean un entorno difícil para las empresas, ya que reciben menos pedidos y les resulta más difícil vender sus productos y servicios. La incertidumbre sobre el futuro desarrollo económico también está generando renuencia a invertir y consumir, lo que agrava aún más la situación.

La reticencia de los consumidores es otro factor importante. Ante la elevada inflación y el aumento de los precios de la energía, muchos consumidores están inquietos y se aferran a su dinero. Están restringiendo su gasto en bienes y servicios no esenciales, lo que está afectando directamente a las ventas de muchas empresas, especialmente en el comercio minorista y la restauración. Esta renuencia a comprar aumenta la presión a la baja sobre la economía y contribuye a la tensa situación financiera de muchas empresas.

Un problema específico que afecta especialmente a las startups son las dificultades con la financiación posterior. Muchas empresas jóvenes dependen del capital riesgo en sus primeras etapas para financiar su crecimiento. Sin embargo, en un entorno económico incierto, los inversores se han vuelto más cautelosos y se abstienen de realizar nuevas inversiones. Para las startups, esto significa que la financiación para la siguiente fase de crecimiento está en riesgo. Si no llega la financiación complementaria, incluso los modelos de negocio más prometedores se meten en problemas y se ven obligados a declararse en quiebra. Por lo tanto, la dependencia del capital externo y la volatilidad del clima de inversión representan un desafío importante para el panorama de las startups.

No se debe subestimar el drástico aumento de los costes de energía y mano de obra. Los precios de la energía han aumentado enormemente en los últimos años, particularmente debido a la guerra en Ucrania. Esto ejerce presión sobre las industrias que consumen mucha energía y aumenta los costos de producción para muchas empresas. Al mismo tiempo, hay escasez de trabajadores cualificados en muchas áreas, lo que está provocando aumentos de sueldos y salarios. Estos mayores costes de personal reducen aún más los márgenes de las empresas. La combinación de altos costos de energía y mano de obra ejerce una enorme presión sobre muchas empresas, especialmente aquellas con bajos márgenes de beneficio.

Las sombrías perspectivas para 2025

La situación actual ya es preocupante, pero las previsiones para el próximo año no indican ningún alivio pronto. Los expertos advierten que la situación empeorará aún más y esperan que el número de insolvencias siga aumentando.

La agencia de crédito Creditreform predice un nuevo aumento de las insolvencias empresariales para 2025. Esta evaluación se basa en el análisis de las tendencias económicas actuales y la expectativa de que los factores de estrés antes mencionados continuarán durante el próximo año.

La agencia de crédito Crif es aún más específica y espera hasta 26.000 quiebras en 2025. Esto equivaldría a un notable aumento del 16,3 por ciento en comparación con el ya elevado nivel de 2024. Esta cifra ilustra la magnitud de la crisis y los desafíos que enfrenta la economía alemana.

Los investigadores de insolvencia advierten incluso de una posible aproximación a los máximos de 2009 y 2010, cuando más de 32.000 empresas quebraron como consecuencia de la crisis financiera mundial. Este sombrío pronóstico subraya la gravedad de la situación y la necesidad de abordar las causas de la ola de insolvencias y tomar medidas específicas para apoyar a las empresas. Si estos temores se hacen realidad, Alemania se enfrentaría a una de las mayores oleadas de insolvencias del período de posguerra.

Industrias afectadas y sus efectos de largo alcance

La ola de insolvencias no se detiene en ningún sector, pero afecta especialmente a algunos sectores. La heterogeneidad de los sectores afectados muestra que se trata de un problema que afecta a la sociedad en su conjunto y no sólo un fenómeno aislado en sectores individuales de la economía.

El sector de la construcción se ve especialmente afectado. El aumento de los costes de los materiales, especialmente del acero, la madera y los materiales aislantes, así como los elevados tipos de interés para la financiación de la construcción, someten al sector a una enorme presión. Numerosos proyectos de construcción se posponen o cancelan, lo que provoca una falta de pedidos y, como consecuencia, quiebras de empresas constructoras y proveedores. La situación se ve agravada aún más por la escasez de trabajadores calificados, que está elevando los costos salariales.

Los minoristas también están sufriendo la renuencia de los consumidores a consumir y el aumento de los costos operativos. El comercio minorista, en particular, está bajo presión a medida que cada vez más clientes compran en línea. La competencia del comercio minorista en línea y la necesidad de adaptarse a los cambios en los hábitos de los consumidores plantean grandes desafíos para muchos minoristas.

Los servicios relacionados con las empresas también se ven gravemente afectados por la ola de insolvencias. Entre ellos se incluyen, por ejemplo, agencias de publicidad, empresas de consultoría y proveedores de servicios de TI. Cuando las empresas se enfrentan a dificultades económicas, a menudo son las primeras en recortar estos servicios, lo que provoca una disminución de los pedidos y, como consecuencia, quiebras en este sector.

También ha habido un aumento significativo de las quiebras en el sector manufacturero. Los altos precios de la energía, el aumento de los costes de las materias primas y la caída de la demanda exterior están ejerciendo presión sobre muchas empresas industriales. Los sectores que consumen mucha energía, como las industrias química y metalúrgica, se ven especialmente afectados. La necesidad de invertir en nuevas tecnologías y procesos de producción más respetuosos con el medio ambiente agrava aún más la situación financiera de muchas empresas.

El panorama de las startups se ve especialmente afectado por la difícil situación financiera. Como ya se ha mencionado, las empresas jóvenes dependen en gran medida del capital riesgo. La renuencia de los inversores y las difíciles condiciones para la financiación posterior hacen que muchas startups ya no tengan fondos suficientes para seguir desarrollando sus modelos de negocio y crecer. El elevado número de insolvencias de empresas emergentes en 2024 es una señal de alarma para Alemania como lugar de innovación.

Los efectos de la ola de insolvencias son graves y se extienden mucho más allá de las empresas afectadas

El importe estimado de los daños para 2024 asciende a la inmensa cifra de 56 mil millones de euros. Esta suma incluye no sólo las pérdidas directas de los acreedores, sino también los costos indirectos que surgen de la pérdida de empleos y el deterioro de los ciclos económicos.

Alrededor de 320.000 puestos de trabajo se vieron afectados o en riesgo de quiebra en 2024. La pérdida de empleos no sólo tiene graves consecuencias para los trabajadores afectados y sus familias, sino que también ejerce presión sobre los sistemas sociales y la economía regional. El miedo a perder el empleo también puede frenar aún más la propensión de la población a consumir y, por tanto, agravar aún más la situación económica.

La actual ola de insolvencias revela despiadadamente las debilidades estructurales de la economía alemana. La dependencia de los combustibles fósiles, la escasez de trabajadores cualificados, la burocracia y la lenta digitalización son sólo algunos de los retos que afectan a la competitividad de Alemania como lugar empresarial. Por tanto, la ola de insolvencias es también una llamada de atención para abordar estos problemas estructurales y mejorar las condiciones marco de las empresas.

Estrategias ante una crisis: cómo las empresas pueden prepararse

Dada la incierta situación económica, las empresas, especialmente las startups, necesitan repensar sus estrategias y prepararse para un entorno empresarial desafiante. Es importante fortalecer la resiliencia de su propio modelo de negocio y tomar medidas proactivas para superar la crisis de la mejor manera posible.

En esta fase es fundamental un estricto control de costes. Las empresas deben examinar cuidadosamente sus gastos y reducir costos innecesarios. Esto se puede lograr, por ejemplo, optimizando procesos, reduciendo los costos de viaje o renegociando contratos con proveedores.

Garantizar la liquidez tiene la máxima prioridad. Las empresas deben optimizar la gestión de sus cuentas por cobrar para poder cobrar los pagos rápidamente. Verificar los niveles de inventario y reducir el capital inmovilizado en el almacén también puede ayudar a asegurar la liquidez. La búsqueda temprana de alternativas de financiación y el mantenimiento del contacto con bancos e inversores también son cruciales.

En algunos casos, puede ser necesario adaptar el modelo de negocio para responder a las condiciones cambiantes del mercado. Esto puede significar, por ejemplo, abrir nuevas áreas de negocio, desarrollar nuevos productos y servicios o centrarse en segmentos más rentables. La innovación y la flexibilidad son de gran importancia en tiempos de crisis.

Mantener las relaciones con los clientes es más importante que nunca. En un entorno de mercado difícil, es crucial retener a los clientes existentes y fortalecer su lealtad. Un buen servicio al cliente y una comunicación cercana pueden ayudar a aumentar la lealtad del cliente.

La motivación y la retención de los empleados también juegan un papel crucial. Especialmente en tiempos de crisis, es importante contar con un equipo fuerte que trabaje en conjunto para superar los desafíos. La comunicación abierta y la participación de los empleados en la toma de decisiones pueden ayudar a fortalecer el compromiso.

La salida de la crisis: medidas necesarias y perspectivas a largo plazo

Sin mejoras significativas en las condiciones económicas y medidas de apoyo específicas, es poco probable que se produzca un cambio en el futuro cercano. Se necesita un paquete de medidas a varios niveles para que la economía alemana vuelva a una senda de crecimiento estable y frenar la ola de insolvencias.

La política monetaria del BCE desempeña un papel crucial. Un ajuste moderado de la política de tipos de interés podría ayudar a aliviar la presión sobre las empresas sin descuidar la lucha contra la inflación. Es importante encontrar un equilibrio entre frenar la inflación y apoyar la economía.

También se apela a la política fiscal del gobierno federal. Las medidas de alivio específicas para las empresas, por ejemplo mediante exenciones fiscales o programas de financiación, podrían ayudar a reducir la carga financiera y estimular la inversión. Las inversiones en campos de futuro como las energías renovables y la digitalización también son cruciales para garantizar la competitividad de Alemania como lugar a largo plazo.

Es necesario reducir la burocracia para aliviar la carga de las empresas y mejorar las condiciones para la fundación de empresas. Los procedimientos de aprobación complejos y las regulaciones excesivas obstaculizan la innovación y generan costos innecesarios. Una administración más ágil y unos procesos más sencillos podrían aumentar el atractivo de Alemania como lugar de negocios.

Promover la innovación y la investigación es esencial para garantizar la competitividad a largo plazo de la economía alemana. Las inversiones en nuevas tecnologías y el apoyo a las instituciones de investigación son cruciales para crear empleos sostenibles y aprovechar nuevo potencial de crecimiento.

Fortalecer el mercado interno europeo y reducir las barreras comerciales podría ayudar a mejorar las oportunidades de exportación de las empresas alemanas y reducir su dependencia de los mercados individuales. Una cooperación más estrecha dentro de la Unión Europea es más importante que nunca en estos tiempos difíciles.

La actual ola de insolvencias es una señal clara de que la economía alemana se enfrenta a grandes desafíos. Se requieren esfuerzos conjuntos de la política, las empresas y la sociedad para combatir las causas de la crisis y marcar el rumbo hacia una economía sostenible y resiliente. Superar estos desafíos será crucial para la prosperidad futura de Alemania.

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