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De “Readiness 2030” a SAFE: 19 de los 27 estados miembros de la UE quieren miles de millones en préstamos para proyectos de armamento, para seguridad y defensa

De “Readiness 2030” a SAFE: 19 de los 27 estados miembros de la UE quieren miles de millones en préstamos para proyectos de armamento, para seguridad y defensa

De “Readiness 2030” a SAFE: 19 de los 27 estados miembros de la UE quieren miles de millones en préstamos para proyectos de armamento (para seguridad y defensa) – Imagen: Xpert.Digital

La futura estrategia de Europa en materia de seguridad y defensa: la UE aúna recursos para la seguridad, el armamento y la independencia geopolítica

La nueva estrategia de defensa de Europa: el programa SAFE y la reorganización de la política de seguridad

El surgimiento de la financiación europea de la defensa

La Unión Europea ha inaugurado una nueva era de financiación conjunta de la defensa con la introducción del instrumento de financiación SAFE (Acción de Seguridad para Europa). Según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, 19 de los 27 Estados miembros ya han manifestado su interés en este programa pionero. Esta alta demanda indica un cambio fundamental en la arquitectura de seguridad europea, impulsado por la continua amenaza rusa y la incertidumbre en torno a las garantías de seguridad estadounidenses.

El instrumento SAFE constituye el núcleo de un plan más amplio, inicialmente denominado «ReArm Europe», pero posteriormente rebautizado como «Readiness 2030». Esta iniciativa pretende movilizar un total de 800 000 millones de euros para la defensa europea. De esta suma, 150 000 millones se proporcionarán mediante préstamos directos a través del programa SAFE, mientras que otros 650 000 millones se pondrán a disposición mediante la activación de las cláusulas de salvaguardia nacionales del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

La Comisión Europea emitirá bonos respaldados por el presupuesto de la UE y luego transferirá estos fondos a los Estados miembros interesados ​​como préstamos a largo plazo con condiciones favorables. Esta estructura permite a los países participantes beneficiarse de la sólida calificación crediticia de la UE y reducir los costes de financiación, que serían más elevados con el endeudamiento nacional.

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Antecedentes estratégicos y análisis de amenazas

La urgencia de esta iniciativa de financiación se ve subrayada por las alarmantes evaluaciones de las agencias de inteligencia europeas. El presidente del Servicio Federal de Inteligencia alemán (BND), Bruno Kahl, advirtió ya en octubre de 2024 que las fuerzas armadas rusas probablemente serían capaces de lanzar un ataque contra la OTAN a finales de la década, como muy tarde. Esta evaluación se ve respaldada por una evaluación conjunta de la situación realizada por el BND y las Fuerzas Armadas alemanas, que concluye que Rusia probablemente creará todas las condiciones necesarias para librar una guerra convencional a gran escala para finales de la década.

El Comisario de Defensa de la UE, Andrius Kubilius, reforzó estas advertencias, señalando que Rusia produce actualmente más tanques de los que se despliegan en el frente. El acaparamiento sistemático de equipo militar sugiere que Moscú se prepara para futuros conflictos que podrían extenderse más allá de Ucrania. Los expertos consideran que Rusia se encuentra en un conflicto sistémico fundamental con Occidente y dan fe de la disposición del país a perseguir objetivos imperialistas mediante la fuerza militar.

Este análisis de amenazas lleva a la conclusión de que Europa ya no debate si es necesario un mayor gasto en defensa, sino con qué rapidez y decisión se puede actuar. Por lo tanto, la iniciativa SAFE no es solo una medida financiera, sino una señal política para una nueva responsabilidad europea en materia de política de seguridad.

Funcionamiento y estructura del programa SAFE

El instrumento SAFE, adoptado por el Consejo de la UE en mayo de 2025, se basa en el principio de adquisición conjunta para maximizar la eficiencia y la interoperabilidad. En principio, los proyectos deben ser llevados a cabo por al menos dos países, aunque un acuerdo transitorio permite que los proyectos nacionales aborden la urgencia geopolítica. Esta flexibilidad permite a los Estados miembros subsanar deficiencias críticas en materia de defensa de forma oportuna, promoviendo al mismo tiempo la cooperación a largo plazo.

Un componente clave del programa es el sistema europeo de adquisiciones preferenciales. Al menos el 65 % del valor del equipo de defensa adquirido debe proceder de la Unión Europea, Ucrania o un país del Espacio Económico Europeo. El 35 % restante puede proceder de terceros países, y ciertos socios, a través de asociaciones de seguridad y defensa, reciben un trato preferencial. La UE ya ha firmado siete asociaciones de este tipo, entre ellas con Noruega, Moldavia, Corea del Sur, Japón, Albania, Macedonia del Norte y, más recientemente, el Reino Unido.

Ucrania ocupa una posición especial en este contexto. En los proyectos SAFE, recibe el mismo trato que los Estados miembros de la UE, de forma análoga a los países del EEE. Esta integración va mucho más allá de la cooperación ordinaria y refleja el interés estratégico de la UE en integrar estrechamente la industria de defensa ucraniana en la arquitectura de defensa europea. El progreso de Ucrania, en particular en áreas como la tecnología de drones y la inteligencia artificial, la convierte en un socio valioso para la industria de defensa europea.

Posición alemana e impactos industriales

Alemania ocupa una posición especial dentro del programa SAFE. La República Federal no tiene intención de aprovechar los préstamos ofrecidos por el momento, ya que su sólida posición financiera le permite obtener préstamos en el mercado de capitales en condiciones muy favorables incluso sin el apoyo de la UE. Esta reticencia distingue a Alemania de otros grandes países de la UE, como Francia, Italia y España, que ya han expresado su interés en los préstamos SAFE.

Sin embargo, Alemania podría beneficiarse indirectamente de forma significativa del programa. Las empresas de defensa alemanas están bien posicionadas para obtener contratos financiados a través del programa SAFE. Es probable que la industria de defensa alemana, con su experiencia tecnológica y capacidad de producción, se beneficie de la mayor demanda de equipos de defensa europeos sin necesidad de que el propio gobierno alemán solicite préstamos.

El apoyo a las pequeñas y medianas empresas (pymes) es otro aspecto importante del programa SAFE. Las pymes y startups innovadoras participarán más activamente en la investigación y el desarrollo para diversificar la base tecnológica de la industria de defensa europea. El Banco Europeo de Inversiones ya ha anunciado que triplicará su programa de financiación para proveedores europeos de defensa hasta alcanzar los 3.000 millones de euros, facilitando así el acceso a la financiación a las empresas más pequeñas.

Controversias jurídicas y oposición parlamentaria

El programa SAFE no se introdujo sin controversia. El Parlamento Europeo ha criticado duramente su implementación, ya que se adoptó sin la participación parlamentaria directa. La presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, advirtió a la presidenta de la Comisión, Von der Leyen, en una carta que los eurodiputados podrían considerar emprender acciones legales ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

El punto de controversia radica en la base jurídica elegida. La Comisión Europea se basó en el artículo 122 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), que ya se ha utilizado en varias ocasiones para medidas de emergencia. Este artículo permite al Consejo, a propuesta de la Comisión y en un espíritu de solidaridad entre los Estados miembros, adoptar decisiones sin la participación del Parlamento. Los parlamentarios argumentan que esta base jurídica es inadecuada para un programa de armamento, ya que pone en peligro la legitimidad democrática y la función de supervisión del Parlamento.

Un dictamen jurídico encargado por el Bundestag alemán también ha concluido, según se informa, que SAFE, en su forma actual, podría violar los tratados de la UE. Estas preocupaciones legales podrían dar lugar a largos procedimientos judiciales, lo que podría retrasar la implementación del programa. Miembros del FDP (Partido Democrático Libre) ya han amenazado con que, además de presentar una demanda ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Parlamento podría utilizar otros medios contra la Comisión, incluido el bloqueo del presupuesto de la UE.

 

Hub para seguridad y defensa: asesoramiento e información

Hub para seguridad y defensa - Imagen: xpert.digital

El Hub para la Seguridad y la Defensa ofrece asesoramiento bien fundado e información actual para apoyar efectivamente a las empresas y organizaciones para fortalecer su papel en la política europea de seguridad y defensa. En estrecha conexión con el grupo de trabajo de las PYME Connect, promueve pequeñas y medianas empresas (PYME) en particular que desean ampliar aún más su innovadora fuerza y ​​competitividad en el campo de la defensa. Como punto de contacto central, el Hub crea un puente decisivo entre las PYME y la estrategia de defensa europea.

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Programa SAFE: la transformación estratégica de la defensa europea con un volumen de inversión de 800.000 millones de euros

El programa SAFE (Seguridad y Acción para Europa) es un componente clave de la estrategia actual para la transformación de la defensa europea, pero su volumen de inversión asciende actualmente a 150 000 millones de euros. La cifra, frecuentemente citada, de 800 000 millones de euros se refiere al objetivo general de todas las inversiones relacionadas con la defensa por parte de los Estados miembros de la UE para 2030 en el marco de diversas iniciativas como «ReArm Europe» y «Readiness 2030», a las que SAFE contribuye como instrumento de financiación.

Implementación y experiencias iniciales

La implementación práctica del programa SAFE ya ha comenzado. Para julio de 2025, 18 Estados miembros de la UE habían expresado formalmente su interés. Bélgica, Bulgaria, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Croacia, Letonia, Lituania, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, España, República Checa, Hungría y Chipre manifestaron su interés en préstamos destinados a movilizar inversiones por un valor mínimo de 127 000 millones de euros.

El Comisario de Defensa y Espacio de la UE, Andrius Kubilius, describió el gran interés como un símbolo de la unidad de la UE y su ambicioso objetivo en materia de seguridad y defensa. La temprana manifestación de interés permite a la Comisión evaluar la demanda y prepararse para la captación de fondos en los mercados de capitales. El plazo para la presentación de solicitudes formales finaliza el 30 de noviembre de 2025.

El programa SAFE también incluye disposiciones fiscales innovadoras. Se ha introducido una nueva exención del IVA que exime del IVA las entregas, adquisiciones intracomunitarias e importaciones de bienes de defensa, siempre que se adquieran bajo el programa SAFE. Esta auténtica exención fiscal no restringe el derecho a deducir el impuesto soportado y tiene por objeto reducir aún más los costes de adquisición de defensa.

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La industria de defensa europea en transición

El programa SAFE forma parte de una transformación más amplia de la industria de defensa europea. El Libro Blanco sobre la Defensa Europea, presentado junto con SAFE, identifica a Rusia como una amenaza existencial y enfatiza la necesidad de desarrollar capacidades militares estratégicas como la defensa aérea y antimisiles, la artillería, los drones y la inteligencia artificial militar.

Un objetivo clave es reducir la dependencia de terceros países para la adquisición de armamento. Se consolidarán los mercados nacionales y se promoverán áreas de innovación como la tecnología de drones y la inteligencia artificial. La adquisición conjunta de armamento se considera clave para una política de defensa más eficiente y rentable. En lugar de que cada Estado miembro se arme de forma aislada, se creará un sistema coordinado que evite la duplicación de estructuras y aproveche las sinergias.

El fortalecimiento de la Base Tecnológica e Industrial Europea de Defensa (EDTIB) es fundamental en estos esfuerzos. El programa busca subsanar las deficiencias críticas en materia de capacidad, aumentar la capacidad industrial y fomentar una industria de defensa europea más resiliente y competitiva. Esto beneficiará no solo a las grandes corporaciones, sino también, y especialmente, a la integración de pymes y startups innovadoras en las cadenas de valor.

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Implicaciones geopolíticas y alianzas

El programa SAFE marca una nueva etapa en la política exterior y de seguridad europea. La iniciativa refleja el reconocimiento de que Europa debe asumir una mayor responsabilidad por su propia seguridad en un mundo cada vez más multipolar. La incertidumbre en torno a las garantías de seguridad estadounidenses, exacerbada por las políticas de la administración Trump, ha puesto de relieve la necesidad de autonomía estratégica europea.

La integración especial de Ucrania en el programa SAFE tiene implicaciones geopolíticas de gran alcance. Indica no solo un apoyo a largo plazo a Ucrania, sino también la disposición de la UE a expandir su arquitectura de seguridad más allá de sus fronteras tradicionales. Una estrecha cooperación con la industria de defensa ucraniana podría sentar un precedente para futuras alianzas con otros países de importancia estratégica.

Las alianzas en materia de seguridad y defensa con terceros países como el Reino Unido, Japón y Corea del Sur demuestran que la UE está desarrollando una nueva estrategia de alianzas. Estas alianzas permiten compartir conocimientos tecnológicos y capacidades de producción sin buscar la integración política que requeriría la pertenencia a la UE. En el futuro, se podrían ofrecer puntos de contacto similares a países como Canadá, Turquía o incluso la India.

Mecanismos financieros y efectos del mercado

La estructura de financiación del programa SAFE aprovecha la sólida calificación crediticia de la UE para brindar a los Estados miembros acceso a préstamos a largo plazo en condiciones ventajosas. Esta estructura es similar a la de otros instrumentos financieros de la UE, como el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, implementado para abordar la pandemia de COVID-19. Los bonos de la UE están respaldados por el presupuesto de la UE, lo que proporciona seguridad adicional a los inversores institucionales.

Los efectos en los mercados financieros ya se están sintiendo. El anuncio del programa SAFE ha generado una mayor demanda de valores de las empresas europeas de defensa. Al mismo tiempo, la activación coordinada de las cláusulas de escape nacionales del Pacto de Estabilidad y Crecimiento otorga a los Estados miembros una flexibilidad fiscal adicional para el gasto en defensa de hasta el 1,5 % del producto interior bruto.

Esta flexibilidad fiscal es especialmente importante para los países que anteriormente han tenido dificultades para aumentar su gasto en defensa debido a las normas de deuda de la UE. La Comisión espera que esto libere 650 000 millones de euros en gasto militar adicional, y según se informa, 15 Estados miembros ya han solicitado la cláusula de salvaguardia.

Innovación tecnológica y viabilidad futura

El programa SAFE pone especial énfasis en la promoción de tecnologías del futuro. Áreas como la ciberseguridad, la inteligencia artificial, la tecnología de drones y las capacidades espaciales son el foco de su financiación. Este enfoque refleja la comprensión de que los conflictos futuros se decidirán cada vez más por la superioridad tecnológica.

La integración de tecnologías de doble uso es otro aspecto importante. Muchas de las tecnologías apoyadas tienen aplicaciones tanto civiles como militares, lo que aumenta la eficiencia de la inversión y fortalece la capacidad de innovación general de la economía europea. Programas como EUDIS (Plan de Innovación en Defensa de la UE) y el Fondo Europeo de Defensa ya están revolucionando el apoyo a estas tecnologías para pymes y empresas emergentes.

La colaboración con empresas tecnológicas líderes cobra cada vez mayor importancia. Por ejemplo, el Banco Europeo de Inversiones ha firmado un acuerdo de financiación de 385 millones de euros con el grupo tecnológico español Indra para impulsar la investigación, el desarrollo y la innovación en tecnologías de vanguardia en los sectores de defensa y espacio. Estas colaboraciones demuestran cómo el programa SAFE puede fortalecer a las empresas líderes de la industria a la vez que promueve la soberanía tecnológica.

Desafíos y críticas

A pesar del apoyo político al programa SAFE, persisten importantes desafíos en su implementación. Las preocupaciones legales del Parlamento Europeo podrían provocar retrasos y cuestionar la legitimidad democrática del programa. El hecho de que un instrumento financiero tan sustancial se haya introducido sin la participación parlamentaria plantea interrogantes fundamentales sobre los procesos democráticos en la política de defensa de la UE.

Otro punto de crítica se refiere al riesgo de fragmentación del mercado europeo de defensa. Si bien el programa SAFE pretende promover la adquisición conjunta, existe el riesgo de que los intereses nacionales y los grupos de presión de la industria obstaculicen la coordinación. Los expertos advierten que, sin un enfoque verdaderamente integrado, las mejoras en la eficiencia podrían ser limitadas.

La sostenibilidad económica del programa también se cuestiona. El gasto de defensa previsto de 800 000 millones de euros durante cuatro años representa una enorme carga fiscal que podría afectar negativamente a otras áreas políticas. Los críticos argumentan que dicha militarización de la política de la UE podría ir en detrimento de las inversiones en educación, protección climática y programas sociales.

De lo civil a lo militar: el reposicionamiento geopolítico de Europa

El programa SAFE marca un punto de inflexión en la integración europea. Por primera vez en la historia de la UE, se utiliza un instrumento de financiación de tan gran escala para fines de defensa. Este avance podría allanar el camino para una mayor integración en la política de seguridad y defensa y, en última instancia, conducir a la creación de una auténtica unión europea de defensa.

El impacto industrial se sentirá a largo plazo. Se espera que la financiación masiva conduzca a la consolidación de la industria de defensa europea, lo que podría dar lugar a líderes europeos competitivos a nivel mundial. Al mismo tiempo, el programa ofrece a las empresas más pequeñas la oportunidad de crecer en nichos de mercado y desarrollar soluciones innovadoras.

Las implicaciones geopolíticas se extienden mucho más allá de Europa. El programa SAFE indica a otras potencias mundiales, en particular a Estados Unidos, China y Rusia, que Europa está preparada para asumir una mayor responsabilidad por su propia seguridad. Esto podría contribuir a un reequilibrio de la arquitectura de seguridad global y convertir a Europa en un actor más independiente en las crisis internacionales.

Los próximos años serán cruciales para determinar si el programa SAFE puede alcanzar sus ambiciosos objetivos. El éxito de su implementación depende de la capacidad de la UE para superar las particularidades nacionales, fomentar una cooperación genuina y, al mismo tiempo, garantizar la supervisión democrática. Si el programa tiene éxito, podría servir de modelo para futuras iniciativas de integración europea en áreas estratégicamente importantes.

La transformación de Europa, de un actor principalmente civil a uno con capacidad de acción militar, se está acelerando significativamente gracias al programa SAFE. Este desarrollo refleja las nuevas realidades geopolíticas del siglo XXI y demuestra el compromiso de la UE para abordar los desafíos de seguridad de un mundo multipolar. El éxito o el fracaso de esta ambiciosa iniciativa determinará decisivamente el futuro de la integración europea y el papel de Europa en la política global.

 

Disputa legal sobre el programa de armas SAFE: Estado del litigio aún abierto (a 30 de agosto de 2025)

En junio de 2025, el Parlamento Europeo interpuso un recurso de anulación contra el programa de defensa SAFE (Acción de Seguridad para Europa), dotado con 150 000 millones de euros, ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Sin embargo, aún no se ha dictado sentencia definitiva; el procedimiento sigue pendiente.

Antecedentes de la disputa jurídica

La Comisión Europea, bajo el liderazgo de Ursula von der Leyen, propuso el programa SAFE en marzo de 2025 como parte de su plan más amplio “ReArm Europe”, que pretende movilizar un total de 800.000 millones de euros para inversiones en defensa hasta 2030. El paquete de préstamos de 150.000 millones de euros fue adoptado por los Estados miembros de la UE a finales de mayo de 2025 sobre la base del artículo 122 del Tratado de la UE, una cláusula de emergencia que excluye la participación parlamentaria.

Disputas legales

La Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo decidió por unanimidad interponer una demanda, ya que tanto la comisión como el servicio jurídico del Parlamento consideran que la aplicación del artículo 122 es jurídicamente incorrecta. Las principales críticas son:

Objeciones de procedimiento:

  • La Comisión no proporcionó una explicación convincente de por qué no eligió una base jurídica que hubiera involucrado al Parlamento
  • La exclusión total de la participación parlamentaria en el uso del dinero de los contribuyentes es "inaceptable"
  • Las condiciones para la cláusula de emergencia “simplemente no se cumplieron”

Luchas de poder institucional:

René Repasi (SPD), coordinador de la Comisión de Asuntos Jurídicos, criticó el “patrón integral” de consolidación de poder por parte de von der Leyen: “Durante el segundo mandato de la presidenta von der Leyen, el Parlamento fue tratado cada vez más no como un socio democrático, sino como un obstáculo”.

Estado actual e impacto

El proceso continúa

A pesar de una investigación exhaustiva, no se encontró evidencia de una sentencia previa del TJUE sobre el programa SAFE. El proceso judicial sigue pendiente.

El programa permanece activo

A pesar del desafío legal en curso, el programa SAFE está operativo. Diecinueve de los 27 Estados miembros de la UE ya han expresado su interés en los préstamos a bajo interés. La Comisión Europea describe la demanda como tan alta que los 150 000 millones de euros ya han generado interés.

Posibles consecuencias

Si el TJCE estima la demanda, el programa SAFE sería “jurídicamente inválido” y tendría que ser relanzado de acuerdo con los requisitos judiciales, posiblemente con una mayor participación del Parlamento Europeo.

Dimensiones políticas

La disputa pone de relieve las tensiones fundamentales entre la eficiencia y el control democrático dentro de la UE. Mientras la Comisión destaca la urgencia de la situación de seguridad —las agencias de inteligencia estiman que Rusia podría estar preparada para un nuevo conflicto en 2030—, el Parlamento insiste en su derecho a participar.

Alemania ocupa una posición especial: aunque ha solicitado una exención temporal de las normas de deuda de la UE para gastos de defensa, no se espera que haga uso de los préstamos SAFE, ya que puede obtener condiciones de financiación más favorables en el mercado de capitales.

La disputa legal en torno al programa SAFE sigue sin resolverse. El Parlamento Europeo lucha por su derecho a la participación democrática ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, mientras que el controvertido programa de armas continúa en paralelo y registra una alta demanda. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea aún está pendiente de sentencia.

 

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