En muchos países industrializados, una proporción significativa de la fuerza laboral está sobrecualificada para sus puestos. Este problema se ha vuelto cada vez más frecuente en los últimos años, sobre todo en economías con mercados laborales competitivos. Si bien puede tener efectos positivos para algunas empresas, como brindar a sus empleados una formación de mayor nivel, también puede generar mayores expectativas salariales, menor satisfacción laboral y una mayor probabilidad de rotación de personal. La OCDE define la tasa de sobrecualificación como la proporción de trabajadores altamente cualificados empleados en ocupaciones clasificadas la CIUO
Más de un tercio de los inmigrantes altamente cualificados en los países de la OCDE están sobrecualificados para sus empleos, y la tasa exacta varía considerablemente entre países. Con la excepción de Portugal, esta proporción es especialmente alta en el sur de Europa, donde muchos inmigrantes altamente cualificados poseen cualificaciones de nivel bajo y medio. Esta disparidad no se limita al sur de Europa, como ilustra la siguiente infografía.
Grecia (60,7%), España (53,6%) e Italia (51,7%) son ejemplos notables de países del sur de Europa donde la población extranjera presenta una tasa de sobrecualificación mucho mayor que la población autóctona, con tasas del 32%, 36,9% y 16,9%, respectivamente. Corea del Sur presenta la tasa más alta de sobrecualificación entre su fuerza laboral autóctona y, aún más interesante, su población extranjera presenta una tasa aún mayor, con un 74,5%. En Estados Unidos y México, tanto los trabajadores autóctonos como los extranjeros tienen la misma probabilidad de estar sobrecualificados para sus empleos.
En muchos países desarrollados, una proporción considerable de trabajadores está sobrecualificada para sus empleos. Este problema se ha vuelto cada vez más común en los últimos años, siendo más evidente en economías con mercados laborales competitivos. Si bien puede tener efectos positivos para algunas organizaciones, como un mayor rendimiento de los empleados, también puede generar mayores expectativas salariales, un menor nivel de satisfacción y una mayor probabilidad de que una persona deje su trabajo. La OCDE define la tasa de sobrecualificación como la proporción de personas con un alto nivel educativo que trabajan en un puesto clasificado por la CIUO como de baja o media cualificación.
Más de un tercio de los inmigrantes con alto nivel educativo que trabajan en los países de la OCDE están sobrecualificados para sus empleos, y la tasa exacta varía significativamente entre países. Excluyendo a Portugal, esta proporción es especialmente alta en el sur de Europa, donde muchos inmigrantes con alto nivel educativo ocupan empleos de baja y media cualificación. Esta disparidad no se limita solo al sur de Europa, como muestra la siguiente infografía.
Grecia (60,7%), España (53,6%) e Italia (51,7%) son ejemplos notables de países del sur de Europa donde la población nacida en el extranjero presenta una tasa de sobrecualificación mucho mayor que la de la población autóctona, con porcentajes del 32%, 36,9% y 16,9%, respectivamente. Corea del Sur presenta el mayor porcentaje de sobrecualificación entre la fuerza laboral autóctona y, aún más interesante, su población nacida en el extranjero presenta un porcentaje aún mayor, con un 74,5%. En Estados Unidos y México, tanto los trabajadores autóctonos como los extranjeros tienen la misma probabilidad de ser demasiado cualificados para sus puestos.


