Una de las habilidades necesarias en el lugar de trabajo del siglo XXI es la capacidad de distinguir los correos electrónicos legítimos de los maliciosos. Ignorar cientos de correos electrónicos no deseados cada mes es una cosa, pero lidiar con ataques de malware y ransomware que podrían costarle a su empresa millones en daños es un juego completamente diferente.
Según el último Informe sobre amenazas a la seguridad en Internet de Symantec, el 55 por ciento de los correos electrónicos recibidos por los empleados en 2018 se clasificaron como spam y 1 de cada 412 correos electrónicos se clasificaron como maliciosos, es decir, potencialmente dañinos.
La siguiente tabla, basada en los hallazgos de Symantec, muestra qué asuntos, archivos adjuntos y palabras clave se utilizan con mayor frecuencia en correos electrónicos maliciosos y deben considerarse una señal de alerta para los empleados atentos.
Una de las habilidades necesarias en la vida laboral del siglo XXI es la capacidad de distinguir los correos electrónicos legítimos de los maliciosos. Ignorar cientos de correos electrónicos no deseados cada mes es una cosa, pero lidiar con ataques de malware y ransomware que podrían costarle a su empresa millones en daños es un juego completamente diferente.
Según el último Informe sobre amenazas a la seguridad en Internet de Symantec, el 55 por ciento de los correos electrónicos recibidos por los empleados en 2018 se clasificaron como spam y 1 de cada 412 correos electrónicos se consideró malicioso, es decir, potencialmente dañino.
El siguiente cuadro, basado en los hallazgos de Symantec, muestra qué asuntos, archivos adjuntos y palabras clave se utilizan con mayor frecuencia en correos electrónicos maliciosos y deben considerarse señales de alerta para los empleados atentos.