Desde que el escándalo de datos de Cambridge Analytica se hizo público en abril de 2018, Facebook no ha podido descansar. En junio, la red social más grande del mundo tuvo que admitir un nuevo fallo. Debido a errores de software, las publicaciones de los usuarios se configuraron inadvertidamente como "públicas" – lo que afectó a 14 millones de cuentas. Sin embargo, el último incidente, con 50 millones de cuentas de usuario afectadas, es significativamente más grave. Al parecer, los hackers explotaron una vulnerabilidad de seguridad. Los atacantes aparentemente tenían como objetivo los llamados tokens de acceso, claves digitales que pueden usarse para acceder a las cuentas de otros usuarios.