En comparación con los líderes digitales estadounidenses, la élite de la industria alemana parece bastante modesta. Esto se ilustra también en una comparación realizada en el programa Morning Briefing de Gabor Steingart basada en datos del Instituto de Investigación Handelsblatt. Google, por ejemplo, contaba con unos 80.000 empleados en 2017, y cada uno de ellos generaba un beneficio medio de 140.000 €. En contraste, Daimler, la segunda empresa del índice de referencia alemán (medido por ingresos), después de Volkswagen, tenía 289.000 empleados y un beneficio de 36.000 € por empleado. El panorama es similar en otras comparaciones: Apple frente a Bayer y Facebook frente a Deutsche Bank. Si bien se podría argumentar que se trata de comparaciones incompatibles debido a las diferencias en los sectores empresariales, hay algo que se mantiene en ambos grupos: aquí, la economía tradicional (automoción, química, finanzas) se contrapone a la nueva economía (teléfonos inteligentes, motores de búsqueda, redes sociales). Y este último, sin duda, está funcionando mucho mejor.


