El viernes, un ataque DDoS (Denegación de Servicio Distribuido) de magnitud sin precedentes paralizó parcialmente los sitios web de Paypal, Spotify, Amazon, Twitter y otros proveedores. Según los primeros análisis, para el ataque al proveedor de servicios web Dyn se utilizaron dispositivos conectados en red, especialmente cámaras y grabadoras de vídeo digitales. Esto deja claro que la protección de datos quizás no sea el mayor problema del Internet de las cosas (IoT). En teoría, todos los dispositivos conectados a Internet pueden ser manipulados por piratas informáticos y convertirse así en un arma, independientemente de si se trata de un vigilabebés o un frigorífico. Al menos en Alemania, según un estudio de Deloitte, todavía es posible mejorar la infraestructura necesaria para hacer frente a una amenaza de este tipo. En consecuencia, la difusión del hardware de consumo de IoT en este país sigue siendo baja, como muestra nuestro gráfico de hoy.