Colapso del mercado de las energías renovables con bombas de calor: causas, retos y perspectivas
En 2024, el mercado alemán de bombas de calor experimentó una dramática caída que generó preguntas e incertidumbres de gran alcance. A pesar de los intensos esfuerzos políticos para promover sistemas de calefacción más respetuosos con el clima, las ventas de bombas de calor cayeron un 54 por ciento en comparación con el año anterior. Si bien se vendieron 356.000 dispositivos en el primer semestre de 2023, esta cifra cayó a sólo 90.000 en el mismo período de 2024. Esta caída masiva pone de relieve la discrepancia entre los ambiciosos objetivos del gobierno federal y la realidad del mercado de energía renovable.
La Asociación Federal de Bombas de Calor (BWP) había previsto inicialmente unas ventas de unas 500.000 bombas de calor para 2024, pero esta estimación resultó ser demasiado optimista. Las razones de esta caída son diversas y van desde la incertidumbre jurídica hasta los desafíos económicos y técnicos. La cuestión de cómo revitalizar el mercado de las bombas de calor es de vital importancia, no sólo para alcanzar los objetivos climáticos de Alemania, sino también para el futuro de todo el sector de las energías renovables.
Objetivos políticos y realidad
En el marco de la Ley sobre energía para la construcción (GEG), el gobierno alemán se ha fijado objetivos ambiciosos: aumentar considerablemente la proporción de sistemas de calefacción respetuosos con el clima y las bombas de calor desempeñarán un papel central. Estos se consideran una alternativa especialmente respetuosa con el medio ambiente a la calefacción convencional de gas y petróleo, ya que utilizan el calor almacenado en el medio ambiente y, por lo tanto, funcionan en gran medida sin emisiones. El gobierno federal planea instalar hasta 950.000 bombas de calor anualmente para 2030.
Sin embargo, estos ambiciosos objetivos contrastan marcadamente con la evolución actual del mercado. La drástica caída de las cifras de ventas en 2024 muestra claramente que no basta con fijar directrices políticas: también deben crearse las condiciones marco adecuadas para que los consumidores confíen en las nuevas tecnologías y estén dispuestos a invertir en ellas.
Incertidumbre provocada por la Ley de Energía de la Edificación (GEG)
Una de las principales razones del desplome de las ventas de bombas de calor es la incertidumbre provocada por la nueva Ley de Energía para los Edificios (GEG), que entrará en vigor en 2024. La ley establece requisitos más estrictos para los sistemas de calefacción con el fin de reducir las emisiones de CO₂ de los edificios y alcanzar los objetivos climáticos. Aunque estas regulaciones son fundamentalmente sensatas y necesarias para combatir el cambio climático, han causado una incertidumbre considerable para muchos propietarios.
La situación jurídica, a menudo opaca y en constante cambio, junto con el debate sobre una posible apertura tecnológica, lleva a una actitud de esperar y ver qué pasa.
Muchos compradores potenciales esperan porque no saben si su propiedad es adecuada para el uso de una bomba de calor o si serán necesarias costosas modificaciones. Especialmente los edificios más antiguos a menudo no cuentan con un aislamiento adecuado o cuentan con sistemas de calefacción obsoletos, lo que dificulta o incluso imposibilita el uso de bombas de calor. En tales casos, habría que llevar a cabo importantes medidas de renovación, lo que disuade a muchos propietarios.
Además, el debate sobre los planes municipales de calefacción genera incertidumbre. Estos planes deberían estar disponibles a más tardar en 2028 y podrían prever fuentes de energía alternativas, como la calefacción urbana. Por eso, muchos consumidores dudan a la hora de decidirse por una bomba de calor porque temen que su inversión pueda resultar innecesaria en unos años.
Retos técnicos en edificios existentes
Otro problema reside en los requisitos técnicos para el uso de bombas de calor en edificios existentes. Mientras que los edificios nuevos a menudo ya están diseñados para poder funcionar de forma óptima con una bomba de calor (por ejemplo, mediante un buen aislamiento y calefacción por suelo radiante), la situación suele ser diferente en los edificios más antiguos. Muchas de estas casas están mal aisladas o tienen radiadores que dependen de altas temperaturas de flujo. Sin embargo, las bombas de calor funcionan de manera más eficiente a bajas temperaturas.
Para poder utilizar eficazmente una bomba de calor en un edificio antiguo, a menudo son necesarias importantes medidas de modernización. Esto incluye, entre otras cosas, mejorar el aislamiento y sustituir los radiadores antiguos por sistemas de calefacción modernos de baja temperatura, como calefacción por suelo radiante o radiadores especiales para funcionamiento con bombas de calor. Estas medidas provocan costes adicionales y disuaden a muchos propietarios.
Factores económicos y programas de financiación.
Otro factor clave en el colapso del mercado es la situación económica de muchos hogares. La compra de una bomba de calor implica unos costes de inversión elevados, especialmente si se requieren obras de renovación adicionales. Aunque existen programas de financiación gubernamental para apoyar el cambio a sistemas de calefacción respetuosos con el clima, a menudo no son suficientes para cubrir por completo las elevadas inversiones iniciales.
Además, el aumento de los costes de construcción y materiales en los últimos años ha llevado a muchos propietarios a posponer sus planes de construcción o renovación. Incluso si es posible ahorrar a largo plazo en los costes operativos, ya que una bomba de calor consume menos energía que los sistemas de calefacción convencionales, muchos consumidores se sienten desanimados por los elevados costes iniciales.
Perspectivas y soluciones
A pesar de los desafíos actuales, hay maneras de revitalizar el mercado de las bombas de calor y lograr que tenga éxito a largo plazo. Las campañas de información específicas, así como los marcos políticos transparentes y fiables, desempeñan un papel central.
1. Mejorar la situación de la información
Muchos propietarios no están seguros de si su propiedad es adecuada para una bomba de calor o de qué medidas serían necesarias para utilizar esta tecnología de forma sensata. Los servicios de consultoría podrían ayudar aquí: los consultores energéticos independientes podrían mostrar soluciones individuales y así fortalecer la confianza en la tecnología.
2. Ajuste de los programas de financiación
Para hacer más atractivo el cambio a sistemas de calefacción respetuosos con el clima, deberían ampliarse aún más los programas de financiación gubernamental. En particular, los hogares de bajos ingresos necesitan apoyo financiero adicional para poder afrontar dicha inversión.
3. Avances tecnológicos
La eficiencia de las bombas de calor podría aumentar aún más mediante innovaciones tecnológicas, por ejemplo mediante nuevos sistemas que funcionen de manera eficiente incluso con temperaturas de flujo más altas o mediante soluciones híbridas que combinen diferentes fuentes de energía.
4. Seguridad de la planificación a largo plazo
Para eliminar incertidumbres sobre los planes municipales de calefacción, estos deberían elaborarse lo antes posible. Cuanto antes sepan los propietarios si su región estará conectada a una red de calefacción urbana o no, antes podrán tomar decisiones informadas.
5. Promoción de medidas de remediación
Dado que muchos edificios existentes no pueden funcionar fácilmente con una bomba de calor, también debería prestarse mayor apoyo a las renovaciones que ahorren energía. Un mejor aislamiento no sólo reduce las necesidades energéticas generales de una casa, sino que también permite que una bomba de calor funcione de manera eficiente.
Los altos precios de la electricidad actúan como desincentivo
Otro factor importante son los altos precios de la electricidad en Alemania. Aunque las bombas de calor se consideran especialmente eficientes desde el punto de vista energético y emiten significativamente menos CO₂ en comparación con la calefacción de gas o gasóleo, siguen necesitando electricidad para funcionar. Los elevados costes de la electricidad hacen que el funcionamiento de una bomba de calor sea menos atractivo en comparación con los sistemas de calefacción convencionales.
Por ello, los representantes del sector exigen una reducción del precio de la electricidad para los usuarios de bombas de calor o tarifas especiales para que el funcionamiento sea más rentable económicamente. Una medida de este tipo podría ayudar a más hogares a adoptar esta tecnología respetuosa con el clima.
Mejor integración de la planificación del calor y GEG
Otro factor de incertidumbre es la interconexión del GEG con la planificación municipal del calor. Muchos propietarios están esperando porque no saben si en el futuro su región estará conectada a una red de calefacción urbana o si habrá otras soluciones locales disponibles. Esta falta de claridad lleva a posponer las inversiones en nuevos sistemas de calefacción. Creación temprana de planes municipales de calefacción: la planificación municipal de calefacción debe acelerarse para brindar a los ciudadanos claridad lo más rápido posible sobre el futuro suministro de calefacción en su región. Cuanto antes sepan los propietarios si su región estará conectada a una red de calefacción urbana o no, antes podrán tomar decisiones informadas.
Normas coherentes: es importante que las normas para la planificación de la calefacción y la GEG se diseñen sin contradicciones. Actualmente todavía existen discrepancias entre la GEG y la Heat Planning Act (WPG) que es necesario aclarar urgentemente5. Una legislación clara y coherente ayudaría a restablecer la confianza de los consumidores.
Ampliación de los períodos transitorios
Los períodos de transición en el GEG garantizan que los propietarios tengan tiempo para adaptarse a las nuevas regulaciones, pero muchos todavía se sienten bajo presión. Ampliar estos plazos podría ayudar a aliviar la presión de los consumidores y darles más tiempo para tomar una decisión informada.
Plazos más flexibles para los edificios existentes: sobre todo los edificios más antiguos, a menudo requieren importantes trabajos de renovación antes de poder utilizar de forma sensata una bomba de calor u otro sistema de calefacción respetuoso con el clima. En este caso podrían concederse períodos de transición más largos o excepciones adicionales.
Fortalecer la confianza a través de una legislación estable
Los frecuentes cambios en el GEG han debilitado la confianza de muchos consumidores en la transición a la calefacción. Para recuperar esta confianza, es importante que los futuros cambios a la ley estén bien preparados y comunicados claramente.
Crear estabilidad: el gobierno debe tener cuidado de no realizar cambios a corto plazo en el GEG o al menos anunciarlos en una etapa temprana. Esto ayudaría a crear seguridad de planificación para inversores y propietarios de viviendas.
Mayor participación de los ciudadanos: los ciudadanos deberían participar más estrechamente en el proceso de toma de decisiones para dar forma a la transición energética5. Esto podría hacerse mediante consultas públicas o eventos informativos. Una mayor participación no sólo aumentaría la confianza, sino que también ayudaría a garantizar que las medidas se adapten mejor a las necesidades de la población.
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