Publicado el: 30 de diciembre de 2024 / Actualización desde: 30 de diciembre de 2024 - Autor: Konrad Wolfenstein
Nueva central nuclear en Francia en funcionamiento después de 17 años de construcción: oportunidades, riesgos y perspectivas
“La central nuclear francesa Flamanville 3 entró en funcionamiento después de un largo retraso el 21 de diciembre de 2024. Con este anuncio, las autoridades energéticas francesas fueron noticia a finales de año”. De hecho, se trata de un gran proyecto que está en el centro de atención por muchas razones: costes de construcción extremadamente altos, un período de planificación y ejecución muy largo, requisitos de seguridad exhaustivos y, por último, pero no menos importante, el debate sobre el futuro del suministro energético en Europa. Los próximos meses y años mostrarán cómo este nuevo reactor puede mantenerse en el contexto general de seguridad del suministro, eficiencia económica y protección del clima. Una cosa es segura: Flamanville 3 es un símbolo de los desafíos que plantea la generación de electricidad mediante energía nuclear en Europa y, por lo tanto, es un componente central en el debate sobre la futura combinación energética.
“Con una potencia de 1.650 MW, Flamanville 3 es el reactor nuclear más potente de Francia”, así lo describieron muchos observadores cuando el reactor alimentó por primera vez electricidad a la red francesa. Aunque inicialmente sólo produce 100 megavatios, una fracción de lo que finalmente se pretende lograr, ya se nota que con este proyecto se escribe una parte de la historia. Después de 17 años de construcción, ya está en funcionamiento una de las centrales nucleares más modernas del mundo. Pero, ¿qué significa esta puesta en servicio específicamente para la industria energética, la protección del clima, la viabilidad económica y el papel futuro de la energía nuclear?
Una mirada a los costos y el cronograma
Los costes de construcción de Flamanville 3 ascienden a 13.200 millones de euros. Originalmente se esperaba que las sumas fueran significativamente menores, pero la explosión de costos ha seguido aumentando a lo largo de los años. "Por tanto, la central eléctrica cuesta 8.250 euros por kilovatio de potencia instalada". Esta comparación se vuelve aún más significativa si se comparan los costes de las energías renovables. Los sistemas fotovoltaicos modernos en campo abierto cuestan actualmente menos de 600 euros por kilovatio de potencia instalada (o 600 euros por kilovatio pico). Aunque estas cifras siempre deben tomarse con cautela, porque la energía fotovoltaica sólo proporciona electricidad cuando hay luz solar, el importe de la inversión pura es sin duda significativamente menor.
Un período de construcción de 17 años, que originalmente estaba previsto que fuera significativamente más corto, se explica por varios factores: procedimientos de aprobación, altos estándares de seguridad, dificultades técnicas en la construcción de la vasija de presión del reactor, dificultades en el suministro de componentes y discusiones políticas que repetidamente ralentizó el progreso. “El reactor se conectó por primera vez a la red eléctrica nacional ese día”; para muchos observadores esta noticia llegó bastante tarde, ya que la puesta en funcionamiento estaba prevista inicialmente para 2012. El hecho de que finalmente sucediera en 2024 subraya la complejidad y el esfuerzo de proyectos de tan gran escala.
El aspecto técnico: Reactor europeo de agua a presión (EPR)
Flamanville 3 es un reactor de tercera generación, el llamado reactor europeo de agua a presión (EPR). Este modelo está destinado a proporcionar un mayor rendimiento y mejores estándares de seguridad en comparación con los reactores más antiguos. “Es el primer reactor nuevo en Francia en 25 años”, lo que subraya aún más su gran poder simbólico. El EPR se caracteriza por tecnologías de última generación, como recipientes de presión de reactor más gruesos y un sistema de seguridad mejorado, cuyo objetivo es dificultar mucho más el escape de sustancias radiactivas en caso de fusión del núcleo.
En teoría, se espera que los EPR proporcionen un uso más eficiente del combustible y una vida útil más larga. Al mismo tiempo, los costes operativos (OPEX) en personal, combustible, eliminación y mantenimiento rondan los 4 céntimos por kilovatio hora. Los defensores de la energía nuclear argumentan que estos costos se justifican por una producción de energía confiable. Los críticos, sin embargo, señalan que la comparación con las energías renovables, cuyos costes operativos son relativamente bajos, por ejemplo la fotovoltaica, pone en duda la viabilidad económica de la energía nuclear.
Eficiencia económica y competencia de las energías renovables
"Con el coste del reactor de Flamanville se podrían construir instalaciones fotovoltaicas con una potencia de más de 22 gigavatios". Aunque los sistemas fotovoltaicos tienen un rendimiento que depende en gran medida de las horas de sol, la ventaja de precio a la hora de adquirirlos es evidente. Además, los costes operativos de los sistemas solares son bajos, ya que sólo se requiere mantenimiento y limpieza. “En el caso de la energía fotovoltaica, los costes operativos rondan el 1,5% del importe de la inversión anual”; sin embargo, no es necesario comprar combustible, algo que siempre es necesario en las centrales nucleares debido al uso de uranio.
Sin embargo, también es cierto que la energía fotovoltaica por sí sola no puede garantizar un suministro eléctrico permanente. Los períodos de calma oscuros, es decir, los períodos sin sol ni viento, representan un gran desafío a la hora de integrar las energías renovables. Sin embargo, el ejemplo de muchos países muestra que una combinación inteligente de diversas fuentes renovables, tecnologías de almacenamiento (baterías, Power-to-X) y gestión de carga. y una infraestructura más inteligente puede permitir un suministro de energía estable y en gran medida libre de carbono. "Por supuesto, la energía fotovoltaica por sí sola no puede garantizar el 100% del suministro eléctrico, pero en combinación con otras energías renovables, almacenamiento e infraestructuras inteligentes, esto es posible".
Seguridad y eliminación
Un tema controvertido en relación con la energía nuclear es la eliminación de residuos radiactivos. "Si se tienen en cuenta los subsidios actuales y los costos asociados con el problema actual de los desechos nucleares, las centrales nucleares actualmente no tienen sentido económico. Esta frase refleja la opinión de muchos críticos que sostienen que el almacenamiento final de desechos altamente radiactivos es un problema". no dentro de un marco de costes claramente calculable. Gran parte de los desafíos financieros y técnicos que enfrentan los operadores de centrales nucleares están determinados por el almacenamiento seguro de residuos nucleares durante un futuro indefinido.
Los defensores, por el contrario, subrayan que las cantidades reales de residuos altamente radiactivos son relativamente pequeñas y que existen conceptos de almacenamiento responsable para los residuos resultantes. También en este caso las valoraciones varían mucho y la cuestión del almacenamiento final sigue sin resolverse. Muchos países –a diferencia de Francia– han decidido eliminar gradualmente la energía nuclear y ahora se enfrentan a la tarea de organizar el desmantelamiento y el almacenamiento final. Francia, por el contrario, sigue invirtiendo en la industria nuclear y espera cubrir sus propias necesidades energéticas de forma independiente y al mismo tiempo con bajas emisiones de carbono.
Objetivos de protección del clima y factor tiempo.
"Más importante aún, no nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos climáticos porque los tiempos de construcción en Europa son demasiado largos. Cualquiera que siga los debates actuales sobre política climática notará que el factor tiempo juega un papel central en la descarbonización de la generación de electricidad". . Si bien los parques eólicos y solares pueden planificarse y construirse en unos pocos meses o unos años, las nuevas centrales nucleares suelen tardar una década o más. Especialmente en Europa, donde se aplican estrictas normas de seguridad y complejos procedimientos de aprobación, retrasos como los del caso Flamanville 3 pueden provocar rápidamente aumentos masivos de costes y cambios significativos en el calendario.
Si nos fijamos en la reducción deseada de las emisiones de gases de efecto invernadero, el tiempo que transcurre entre la planificación y la puesta en marcha de grandes proyectos, como por ejemplo nuevas centrales nucleares, es un factor decisivo. Los objetivos de protección del clima para 2030 o 2040 requieren reducciones rápidas de las emisiones; cualquier retraso en la expansión de tecnologías de bajas emisiones, ya sea a través de la energía nuclear o las energías renovables, conlleva el riesgo de no alcanzar estos objetivos. Una de las razones por las que muchos gobiernos prefieren confiar en soluciones establecidas y de rápida instalación, como la energía solar y eólica, en lugar de construir nuevas plantas de energía nuclear.
Flamanville 3 como símbolo: ¿orgullo o memorial?
Muchos partidarios de la energía nuclear ven en Flamanville 3 un símbolo del amanecer de una nueva era de la energía nuclear. "El reactor se conectó por primera vez a la red eléctrica nacional ese día y generó inicialmente 100 megavatios de electricidad, en el futuro serán 1.650 megavatios, lo que ofrecerá un potencial significativo para la carga básica de electricidad". Los partidarios de este enfoque argumentan que sólo esa capacidad puede suministrar de manera confiable suficiente electricidad para garantizar una red estable, especialmente en momentos en que la demanda fluctúa.
Los opositores, por el contrario, ven el proyecto más bien como una advertencia disuasoria. Para ellos, los costos enormemente superados, los años de retrasos y los desafíos estructurales en la construcción de plantas de alta tecnología son indicadores claros de que la energía nuclear en Europa es difícil de conciliar con las realidades políticas y económicas. "Por supuesto, la energía fotovoltaica por sí sola no puede garantizar un suministro de energía del 100%", pero las combinaciones de energías renovables y sistemas de almacenamiento podrían lograr el objetivo de forma más rápida y económica en muchos casos.
Adecuado para:
Entre la esperanza y el escepticismo
El hecho de que Flamanville 3 finalmente entre en funcionamiento después de 17 años de construcción reavivará el debate sobre el futuro de la energía nuclear. Aunque el proyecto está lejos de estar terminado, ya que quedan pendientes nuevas fases de prueba, encendido y apagado y optimizaciones, el efecto simbólico persiste: Francia demuestra que sigue dependiendo de la energía nuclear y la ve como un pilar importante para el suministro eléctrico nacional.
Sin embargo, surge la pregunta de hasta qué punto este modelo sigue siendo relevante para otros países de Europa o de otros lugares. Algunos países están construyendo nuevas centrales nucleares o manteniendo las existentes, otros, como Alemania, han decidido recientemente eliminarlas para siempre. Se planean nuevos proyectos de reactores en el Reino Unido, pero también enfrentan enormes costos y retrasos. En Europa del Este también se debate sobre nuevas centrales nucleares para volverse más independientes de los combustibles fósiles.
"A pesar de la puesta en funcionamiento oficial, todavía es necesario realizar más pruebas y optimizaciones antes de que el reactor alcance su pleno rendimiento". Esta nota deja claro que el desafío no termina con la sincronización de la red. Especialmente en la fase de puesta en marcha de una nueva central nuclear, pueden surgir problemas técnicos que pueden costar aún más tiempo y dinero.
A largo plazo, la pregunta sigue siendo cómo encaja Flamanville 3 en el mercado eléctrico europeo y si alguna vez se recuperarán las inversiones. Al mismo tiempo, el momento de la puesta en servicio final es una poderosa demostración de competencia tecnológica para la propia Francia: "Los costes totales ascendieron a 13.200 millones de euros, aproximadamente cuatro veces más de lo previsto inicialmente. No es motivo para estar orgullosos, pero". demuestra que Francia puede, a pesar de todos los pronósticos, completar un proyecto de alta tecnología de esta magnitud.
El papel de las energías renovables y las redes inteligentes
Independientemente del debate sobre la energía nuclear, la energía eólica y solar van en aumento. Cada vez más países apuestan por la expansión de las energías renovables, porque los costes de la energía solar y eólica llevan años bajando y pueden instalarse muy rápidamente en muchos lugares. El almacenamiento de energía, ya sea en forma de baterías de iones de litio, centrales eléctricas de almacenamiento por bombeo o soluciones Power-to-X, está adquiriendo cada vez más importancia. Una red inteligente podría compensar las fluctuaciones en la producción de energía renovable adaptando mejor la producción y el consumo de electricidad.
Adecuado para:
Si estos conceptos se pueden implementar de manera eficiente, las fuentes de energía fluctuantes como el sol y el viento pueden integrarse en una combinación global económicamente viable y ecológicamente sensata. Según la visión de algunos expertos en energía, las centrales nucleares podrían amortiguar estas fluctuaciones y proporcionar una carga base constante. “La central nuclear también tiene unos costes operativos elevados en términos de personal, combustible, eliminación, etc.”, lo que supone un factor de costes importante en comparación directa con la energía eólica y solar. Aún así, algunos estados pueden valorar más los beneficios de la generación constante de electricidad que las desventajas.
Se reavivó el debate sobre la energía nuclear: lo que significa para Europa la central nuclear Flamanville 3
La central nuclear Flamanville 3 entrará en funcionamiento el 21 de diciembre de 2024 tras un período de construcción de 17 años. “Con una potencia de 1.650 megavatios”, no es sólo una central eléctrica, sino un símbolo de la actual controversia sobre la energía nuclear en Europa. Las críticas surgen de los inmensos costes y retrasos, que dejan claro que los proyectos de energía nuclear en Europa están expuestos a enormes riesgos financieros y administrativos. Por otro lado, para muchos partidarios, la energía nuclear es un pilar central del suministro básico y una forma de producir grandes cantidades de electricidad con bajas emisiones de CO₂.
La comparación con energías renovables como la fotovoltaica suele favorecer a esta última en términos de eficiencia económica, especialmente si se tiene en cuenta el factor tiempo de implementación. Se pueden instalar nuevas instalaciones fotovoltaicas o proyectos de energía eólica en un corto período de tiempo, mientras que la construcción de una central nuclear suele tardar una década o más, un tiempo limitado en el contexto de la crisis climática. La cuestión no resuelta de la eliminación final de los residuos altamente radiactivos también sigue ensombreciendo la energía nuclear.
Por último, Flamanville 3 nos muestra que el debate sobre la energía nuclear no es sólo un debate técnico, sino también político y social. Para los países con un sector nuclear fuerte, es una señal de apego a la tecnología probada y de confianza en conceptos de seguridad innovadores. Los críticos, por otro lado, ven cada nuevo reactor como un riesgo y una inversión equivocada. Queda por ver hasta qué punto Flamanville 3 demostrará su eficacia a largo plazo y si algún día podrán justificarse los enormes costes. Sin embargo, el hecho es que el panorama energético actual está cambiando debido a la rápida expansión de las energías renovables y al desarrollo de nuevas tecnologías de almacenamiento. En este entorno dinámico, sigue siendo cuestionable hasta qué punto un proyecto de gran escala como Flamanville 3 influirá en el mundo energético en el futuro.
Con su puesta en funcionamiento, la nueva esperanza nuclear de Francia pasa a ser el centro de atención. En los próximos años se decidirá si este proyecto faro será una prueba de la necesidad de centrales nucleares o un ejemplo disuasorio de alargamientos de los plazos de construcción y sobrecostes. Sin embargo, ya está surgiendo una conclusión: “En Flamanville 3, partidarios y opositores de la energía nuclear chocan en un estudio de caso concreto”, que probablemente avivará aún más el debate sobre el suministro de energía, la protección del clima y la viabilidad económica en Europa.
Adecuado para: