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Los sistemas de almacenamiento de energía sirven para guardar la energía disponible en el momento, pero no necesaria, para su uso posterior. Este almacenamiento suele implicar la conversión de la energía en diferentes formas, por ejemplo, de energía eléctrica a energía química (acumulador) o de energía eléctrica a energía potencial (central hidroeléctrica de bombeo). Cuando se necesita, la energía se convierte de nuevo a la forma deseada.
Existen muchas formas diferentes de almacenamiento de energía que nos permiten gestionar mejor nuestro suministro energético y reducir los costes tanto para proveedores como para consumidores.
Las tecnologías de almacenamiento se dividen en seis categorías principales:
- baterías de estado sólido
- baterías de flujo
- volantes de inercia
- Almacenamiento de aire comprimido
- energía hidroeléctrica térmica
- energía hidroeléctrica de bombeo
En Estados Unidos, los proyectos electroquímicos se encuentran entre los más comunes, y sus mercados y aplicaciones siguen creciendo.
Los componentes técnicos de los sistemas de almacenamiento de baterías pueden diferir significativamente, ya sea en cuanto a la potencia (máxima potencia instantánea que proporciona la batería) o la energía (cantidad total de electricidad que puede almacenar o descargar). Los sistemas orientados a la potencia están diseñados para generar grandes cantidades de energía instantánea y mantenerla durante periodos prolongados. Los sistemas orientados a la energía están pensados para periodos más largos y se utilizan, por ejemplo, en situaciones donde se suministra energía durante los picos de demanda eléctrica.
El almacenamiento de energía puede desempeñar un papel fundamental en el equilibrio entre la oferta y la demanda de electricidad, lo que proporciona mayor flexibilidad a la red eléctrica. Cuando la oferta supera la demanda, el excedente de electricidad se puede almacenar, y cuando la demanda es alta, estas tecnologías se pueden utilizar para inyectar más energía a la red. Las tecnologías de almacenamiento también pueden mejorar la calidad de la electricidad, permitiendo a las compañías suministrar energía cuando es más económica y eficiente, al tiempo que mantienen un suministro constante para infraestructuras y servicios críticos. Muchas tecnologías de energías renovables tienen una producción más variable, y el almacenamiento de energía tiene el potencial de contribuir a mantener un suministro eléctrico más estable. A pesar de sus beneficios, el mercado del almacenamiento de energía sigue siendo relativamente pequeño, por lo que su coste podría tener que disminuir significativamente para que el mercado sea viable.
Almacen de energia
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Almacenamiento de energía – Almacenamiento de energía
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