La economía alemana se estancó en el cuarto trimestre de 2018, como informó ayer la Oficina Federal de Estadística . Esto significa que Alemania evitó por poco una recesión, es decir, una contracción de la producción económica en al menos dos trimestres consecutivos. Como muestra el gráfico, la producción económica se contrajo un 0,2 por ciento en el tercer trimestre de 2018. Durante todo el año, la economía alemana creció un 1,4 por ciento, algo menos que el 1,5 por ciento estimado inicialmente en enero. Esto convirtió a 2018 en el noveno año consecutivo de crecimiento, aunque el ritmo se ha desacelerado.
Las cifras de crecimiento del PIB publicadas hoy por Alemania revelan un país al borde de una recesión. Después de contraerse un 0,2 por ciento en el tercer trimestre, la potencia económica europea se estancó en el cuarto trimestre con un crecimiento del 0,0 por ciento respecto a 2017. Una recesión se define como al menos dos trimestres consecutivos de contracción. A pesar de su ajustado resultado, el estancamiento de la economía alemana en 2018 representa la tasa de crecimiento más débil del país en cinco años. El dedo acusador se ha apuntado principalmente a la incertidumbre del Brexit y a las actuales disputas comerciales mundiales, ya que la confianza empresarial cayó por quinto mes consecutivo en enero de 2019.