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Ahora también Google: después de X y Meta, no hay verificación de datos: ¿acepta la UE las notas comunitarias como alternativa?

Ahora también Google: después de X y Meta, no hay verificación de datos: ¿acepta la UE las notas comunitarias como alternativa?

Ahora también Google: Tras X y Meta, sin verificación de datos. ¿Aceptará la UE las Notas Comunitarias como alternativa? – Imagen: Xpert.Digital

La retirada de Google: la verificación de datos y la UE en la lucha contra la desinformación

Google se niega a integrar la verificación de hechos

La Unión Europea se enfrenta a un importante revés en su lucha contra la desinformación en línea. Google ha informado a la Comisión Europea de que no integrará mecanismos de verificación de datos directamente en sus resultados de búsqueda ni en sus vídeos de YouTube. Esta decisión, anunciada por la compañía a mediados de enero de 2025, contrasta marcadamente con los esfuerzos de la UE para frenar la difusión de información falsa. En una carta dirigida a los organismos pertinentes de la Unión Europea, Kent Walker, presidente de Asuntos Globales de Google, argumentó que implementar dicha verificación de datos en los servicios de la compañía no sería ni adecuado ni eficaz.

En una carta a la Comisión Europea fechada el 16 de enero de 2025, Kent Walker, presidente de Asuntos Globales de Google, afirmó que la integración de la verificación de datos "simplemente no era apropiada ni efectiva para nuestros servicios".

Una tendencia entre las empresas tecnológicas

Esta medida de Google sigue una tendencia que ya se está gestando en otras grandes empresas tecnológicas. Apenas unos días antes del anuncio de Google, Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, anunció la suspensión de su programa de verificación de datos en Estados Unidos. Estos acontecimientos ensombrecen el futuro de la cooperación entre los gigantes tecnológicos y la Unión Europea en la lucha contra la desinformación.

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Impacto en la estrategia regulatoria de la UE

La decisión de Google es especialmente significativa a la luz del "Código de Prácticas para Combatir la Desinformación" de 2022 y la Ley de Servicios Digitales (DSA). La Comisión Europea esperaba transformar los compromisos voluntarios establecidos en el Código, incluida la integración de la verificación de datos, en requisitos legalmente vinculantes en el marco de la DSA. Ahora, la UE se enfrenta al reto de reajustar su estrategia.

La situación se complica aún más por la percepción de un aumento de la presión de las grandes empresas tecnológicas sobre los reguladores europeos. Los analistas ven una conexión con la inminente posibilidad de un segundo mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, lo que podría indicar un cambio en la postura estadounidense respecto a la regulación de las empresas tecnológicas.

Origen del código de conducta y razonamiento de Google

El Código de Buenas Prácticas de la UE para combatir la desinformación, introducido en 2022, se basó en el compromiso voluntario de las empresas tecnológicas de adoptar ciertas medidas. Esto incluía explícitamente la integración de la verificación de datos en los resultados de búsqueda y en los algoritmos de clasificación para facilitar el acceso de los usuarios a la información fiable y minimizar la desinformación. La Ley de Servicios Digitales (DSA) pretendía transformar estos compromisos voluntarios en un marco regulatorio vinculante para garantizar su aplicación y establecer un enfoque unificado para abordar la desinformación.

Google justifica su reticencia afirmando que integrar directamente la verificación de datos en sus servicios no es la estrategia adecuada. Kent Walker explicó en su carta a la Comisión Europea que dicho enfoque «simplemente no es apropiado ni eficaz para nuestros servicios». En cambio, Google señala sus mecanismos de moderación de contenido existentes. Un ejemplo es la posibilidad de que los usuarios añadan información contextual y anotaciones a los vídeos de YouTube. Google argumenta que estas medidas son suficientes para combatir la propagación de desinformación. Sin embargo, los críticos señalan que estos comentarios generados por los usuarios suelen llegar demasiado tarde, no siempre son fiables y no tienen el mismo impacto que el etiquetado oficial realizado por verificadores de datos independientes.

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Consecuencias de combatir la desinformación

La decisión de Google tiene implicaciones de gran alcance y está provocando diversas reacciones. El anuncio de su retirada de los compromisos de verificación de datos previstos, incluso antes de que el código se transforme en un código de conducta legalmente vinculante de la DSA, envía una señal clara. La decisión de Meta de suspender su programa de verificación de datos en EE. UU. refuerza la preocupación por una tendencia general emergente en la que las grandes plataformas intentan eludir su responsabilidad de combatir la desinformación. La Comisión Europea se enfrenta ahora a la difícil tarea de replantear su estrategia para combatir la desinformación y encontrar alternativas para frenar la difusión de información falsa en línea.

La negativa de Google podría tener diversas consecuencias. Una posible respuesta de la UE sería emprender acciones legales contra la empresa si se niega persistentemente a cumplir con los requisitos de la DSA. La DSA estipula importantes sanciones económicas por infracciones, que pueden ascender hasta el 6 % de los ingresos anuales globales de la empresa. Una disputa de este tipo no solo tendría repercusiones financieras, sino que también podría exacerbar las tensiones políticas entre la UE y las empresas tecnológicas estadounidenses, especialmente en el contexto de las próximas elecciones presidenciales estadounidenses y la incertidumbre política asociada.

Desafíos a largo plazo y cambios potenciales

De cara al futuro, esto significa que la Comisión Europea se enfrenta a una decisión crucial. Debe evaluar cómo responder a la negativa de Google a cumplir y si es necesario modificar o reforzar el Acuerdo de Seguridad de Datos (DSA) para garantizar el cumplimiento por parte de las grandes empresas tecnológicas. Estos avances podrían tener implicaciones de gran alcance para la futura regulación de las plataformas en línea en Europa y alterar fundamentalmente la forma en que se combate la desinformación en el ámbito digital. Se trata de algo más que la simple verificación de datos; se trata de equilibrar la libertad de innovación de las empresas tecnológicas con la protección de los ciudadanos frente a la desinformación perjudicial en un mundo cada vez más digital. Los próximos meses revelarán cómo responde la UE a este desafío y qué nuevos enfoques adopta para combatir la desinformación.

Respuesta de la UE y posibles consecuencias

La Comisión Europea aún no ha anunciado oficialmente la aceptación de las Notas Comunitarias como alternativa a la verificación de datos. Por el contrario, la UE ya ha advertido a Meta que no suspenda su programa de verificación de datos dentro de la UE. Thomas Regnier, portavoz de la Comisión de Asuntos Digitales, se refirió a la legislación de la UE, que estipula que las plataformas deben reducir riesgos sistémicos como la desinformación.

La UE podría imponer multas de hasta el 6% de los ingresos anuales globales de una empresa por infringir la Ley de Servicios Digitales (DSA). Esto podría tener importantes consecuencias financieras para Google.

Desafíos para la UE

La UE se enfrenta ahora al reto de replantear su estrategia de desinformación. Si bien la DSA no prescribe herramientas de moderación específicas, los métodos elegidos por las plataformas deben prevenir eficazmente la difusión de contenido dañino.

Queda por ver cómo reaccionará la UE ante la negativa de Google y si modificará o endurecerá el Acuerdo de Seguridad de Datos (DSA) para garantizar su cumplimiento por parte de las grandes empresas tecnológicas. Esta decisión podría tener importantes implicaciones para la futura regulación de las plataformas en línea y la lucha contra la desinformación en Europa.

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